Soy ateo, pero reconozco que me fascinan las construcciones religiosas.
La primera es la Basílica de San Francisco el Grande. Siempre la veía cuando me comía un bocata de entresijos en las fiestas de la Almudena y San Isidro en las Vistillas. Hasta el día que entré y se me quedó la boca abierta con su cúpula. La más grande de España y la cuarta más grande del mundo.
Por fuera es demasiado sobria por lo que pasa algo desapercibida:
De noche impresiona, eso si.
Ya una vez dentro todo cambia y llega la admiración:
Realmente por fuera no parece gran cosa, y tampoco invita demasiado a entrar, pero dentro guarda una joya, la mini capilla sixtina madrileña.
Dedicada a San Antonio de Padua, fue fundada en 1606 por Felipe III, quien con la mediación del Consejo de Portugal, quiso ofrecer esta iglesia y hospital a los portugueses que vivían en Madrid, por lo que pronto se la conoció con el nombre de San Antonio de los Portugueses.
Al independizarse Portugal de la monarquía española a partir de 1640, el edificio quedó vacío, y en 1689, la regente Mariana de Austria decidió cederla al séquito de alemanes católicos que vinieron a Madrid acompañando a Mariana de Neoburbo, quien debía contraer matrimonio con Carlos II. A partir de ese momento va a ser conocida como San Antonio de los Alemanes.
El edificio actual, que hoy en día sigue regentado por la Hermandad del Refugio, fue construido a partir de 1624 según un proyecto del jesuita Pedro Sánchez, aunque fue el arquitecto Francisco Seseña quien dirigió las obras, ayudado por Juan Gómez de Mora, a quien se le atribuye la fachada. Construida sobre una planta oval, San Antonio de los Alemanes es una de las iglesias más bellas de la ciudad, sobre todo su interior, todo ello pintado al fresco por Lucas Jordán, Francisco Carreño, y Francisco Ricci. También es de destacar el soberbio retablo mayor, realizado a mediados del siglo XVIII por el arquitecto Miguel Fernández, con esculturas de Francisco Gutiérrez.
En 1887 el exterior fue restaurado por el arquitecto Antonio Ruiz de Salces, quien dio uniformidad al conjunto formado por la iglesia y la Hermandad. En 1972 fue declarado Monumento Nacional.
La calidad de las fotos de interior es regular, porque no esta permitido hacerlas.
San Francisco está a 5 minutos andando del Palacio Real, en la misma calle del Viaducto, merece la pena andar ese tramo, además las vistas de la casa de campo son espectaculares.
Los alemanes está detrás de Gran Vía yendo hacia San Bernardo, también merece la pena dar un paseo a ver algo que casi nadie conoce, ni siquiera los madrileños.
Curiosos Incompletos 
#1 por Viajamos Juntos el diciembre 18, 2013 - 13:38
Otra por aquí que nunca ha visitado estas joyas… Pues ya tengo deberes para cuando esté por el centro de Madrid ;))) De verdad impresionante!!! Muchas gracias por compartir 😉
#2 por 1fernan el diciembre 20, 2013 - 21:29
Impresionantes,, yo tampoco soy creyente, pero no por eso dejo de visitar estos lugares que son fuente de arte y cultura de nuestra españa catolica desde el inicio de los tiempos..jejeje Gracias por enseñarnoslos