A escasos 13 km. de la cuarta ciudad más grande de Lituania, Šiauliai, al norte del país, nos encontramos un lugar cuanto menos sorprendente: La Colina de las Cruces o Colina de las Mil Cruces.
Podríamos afirmar sin temor a dudas que la Colina de las Cruces es el lugar con la mayor concentración de cruces por metro cuadrado que existe.
Šiauliai fue fundada en 1236 como puesto de defensa para evitar los ataques de los Caballeros Teutónicos en el norte del país, algunas fuentes afirman que la colocación de las primeras cruces tuvo lugar en este periodo.
Pronto se convirtió en todo un símbolo de desafío ante el invasor. Los años fueron pasando y el Catolicismo Lituano utilizó también este lugar como emblema ante la opresión.
En 1831, durante la Revolución de los Cadetes, y en 1863, este territorio de nuevo, se convirtió en escenario de duros combates contra el invasor ruso. Estos cruentos enfrentamientos provocaron la muerte de cientos de soldados, cuyos cuerpos no pudieron ser recuperados y, al no poder darles sepultura, las familias utilizaron la colina de forma simbólica como un improvisado cementerio.
El número de cruces comenzó a crecer, en 1895 había 150 grandes cruces. Tras la Primera Guerra Mundial, al finalizar la ocupación alemana, la colina se había convertido en un lugar para rezar por las víctimas y en símbolo y emblema del deseo de paz y esperanza para un pueblo y un país envuelto en conflictos durante años.
Tras las Grandes Guerras y la proclamación de Stalin de la República Socialista Soviética de Lituania, la Colina de las Cruces ya contaba con 400 unidades, a las que había que sumar miles de pequeñas cruces que las rodeaban. A los soviéticos no les entusiasmaba esta idea, por el evidente significado religioso, por lo que hicieron lo imposible por hacer desaparecer este lugar del mapa. Intentaron nivelar la colina en varias ocasiones, quemaron y convirtieron las cruces en chatarra, incluso comenzaron a utilizar el lugar para verter aguas residuales, basura y desechos de todo tipo. Se llegó incluso al extremo de querer construir una presa en las cercanías para sumergir para siempre este lugar sagrado para algunos.
Pero todas estas maniobras de los rusos, con todas sus profanaciones no sirvieron de mucho. En el momento que la vigilancia disminuia y aprovechando la oscuridad de la noche, las cruces volvian a erguirse sobre la colina volviendo a demostrar su significado original.
Con la caida del régimen comunista, el número de cruces comenzó a crecer de forma exponencial, hoy en día es algo así como la meca de Lituania, un lugar de peregrinaje donde poder rendir tributo y homenajear a los seres queridos fallecidos.
Se estima que en 1990 cerca de 50.000 cruces coronaban la colina.
Actualmente más de 100.000 cruces grandes, pequeñas, de madera, de metal….. de todo tipo, se amontonan unas sobre otras formando una imagen peculiar e irrepetible estampa que se completa con miles de rosarios, estatuas, fotografías y todo tipo de objetos, que atrae a un número considerable de peregrinos cada año.
Aunque se trata de una tradición muy antigua, sin embargo, muy pocas, o posiblemente ninguna de las cruces que se encuentran en la actualidad son anteriores a 1985. En la colina se pueden encontrar desde bellísimas cruces ornamentadas, hasta las mas simples hechas de palo o tela.
Cada cruz tiene su propia historia, pero la historia importante es la de todas, el significado que encierran.
La colina se ha convertido incluso en un lugar que se cree que da buena suerte a los recién casados, existe un pequeño «ritual» para alcanzar esa «protección matrimonial», debes traer tu propia cruz y añadirla a la colección. A cambio, recibes la esperanza de que Dios protegerá a tu nueva familia y te ayudará a lograr la buena suerte para el resto de su vida matrimonial.
Curiosos Incompletos 