VILLAGODIO, El marqués que dió nombre a un plato


El sexto marqués de Villagodio Don José de Echevarría y Bengoa, ha dado sin quererlo, nombre a uno de los mayores placeres gastronómicos de nuestro país.

Este buen señor, amante de la tauromaquia quiso tener su propia ganadería de toros bravos y que sus toros fuesen deseados por cualquier aficionado a las plazas. Como no conseguía que la gente quisiese sus reses, ni corto ni perezoso, se construyó su propia plaza en Indautxu.



Tenía aforo para 8.000 personas , el marqués soñaba con toda esa gente que por fin iba a poder disfrutar de la bravura y nobleza de sus toros, y llegó el día de la inauguración, lleno hasta la bandera. El público disfrutó, disfrutó llenando la arena de almohadillas y cagándose en el buen nombre del marqués, sus toros y sus ancestros. Tan lamentable fue el espectáculo de sus toros mansos y parados que todo el mundo salió diciendo que sus vacas solo servían para comerse.

Con el paso de muy poco tiempo, a la pieza de lomo alto con hueso de kilo y medio o dos kilos y 5 o 7 centímetros de grosor, con entre 45 y 60 día de maceración en cámara, se le llama Villagodio. Un manjar, y una suerte para ese buen marqués haber dado nombre a semejante pieza.

Solía y aún se hace si el cocinero tiene mucha maña, hacerse a la brasa o parrilla, pero al ser una pieza tan grande es fácil pasarse de punto o no llegar y echar a perder el producto. Así que ahora es más normal enseñar la pieza la comensal y luego trincharla para que cada uno se haga sus trozos a la piedra o en una parrilla individual.

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  1. #1 por agricola el febrero 27, 2014 - 10:35

    Felicidadaes un gran redacción . Felicidades de nuevo.

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